Dones del Espíritu (Gifts of the Holy Spirit)

A cada uno Dios le da la manifestación del Espíritu para bien común; es decir, para beneficio de todos, para bendición de todo el cuerpo. Dios no le da la manifestación a una denominación, ni a una congregación en particular. El sentir de Dios es que todos reciban bendición y haya unidad perfecta en el cuerpo, que es la Iglesia. El sentir de la carne puede ser otro, pero el de Dios es ese. Sin embargo, hay quienes sostienen que los dones del Espíritu Santo son solo de la época apostólica. Lo que sucede es que a menudo se pasa por alto lo que Dios hace en medio de su pueblo hoy en día mediante la participación activa y dinámica del Espíritu Santo. Entonces, ¿cuál es el mayor problema que enfrentamos? Es evidente que se trata de la ignorancia. Un gran número de cristianos son creyentes de muchos años y no conocen siquiera cuál es su don. Desconocen que somos instrumentos en las manos de Dios y que Él nos ha capacitado para llevar a cabo sus propósitos. Por lo tanto, este libro nos muestra que debemos orar y ayunar a fin de que la gran bendición de los dones del Espíritu se manifieste en todas las iglesias.

God gives the manifestation of the Spirit to each of one of us, for the common good; that is, for the benefit of all, for the blessing of the whole body. God does not give the manifestation to a denomination or a congregation in particular. God's feeling is that everyone receives blessing and have perfect unity in the body, which is the Church. The feel of the meat may be another, but God is this. However, some argue that the gifts of the Holy Spirit are one of the apostolic age. What happens is often overlooked what God does in the midst of his people today through active participation and dynamic of the Holy Spirit. So what is the biggest problem we face? Clearly that is ignorance. A large number of Christians are believers of many years and do not know even what your gift. Unaware that are instruments in the hands of God and that He has enabled us to carry out his purposes. Therefore, this book shows us that we must pray and fast so that the great blessing of the gifts of the Spirit are manifest in all the churches.